expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

Translate

domingo, 16 de dezembro de 2012

Narciso (Español)




                                                         Pedro Samuel de Moura Torres


 


Un sueño así soñado de Príncipes, amor inconvencional, cuya el clásico se atribuye sólo a el dulce y encantador candor vivido por nosotros. Un cuento de hadas donde la princesa se fue de vacaciones. Como una pequeña broma todo comenzó y fue descubrir en ti lo que era el amor. Fantasías de jóvenes ardientes de pasión. Deseos prohibidos matándonos de pasión. Me arrebataste con tu deseo juvenil y furioso como un astro glorioso sin pedir licencia fue me seduciendo con tu beso delicioso y con tus gesto cariñoso me convenció de tu apelo glamoroso. Desvanecían mis minutos succionando o tus labios, tu paladar, tu espirito galanteador me inebriaba con tu furor a me tocar. Cómplice de mi sueño y mis fantasías, camaradas de lecho, dulce encuentro efémero de almas de esencia idílica en el pecho. Dos ángeles si tocaban, banidos si espejaban: sexo de los ángeles aventurándose en sus trajes terrestres se entrelazaban, ¡oh audacia que me provocaba!. ¿Me veía en ti y tú te veías en mi, espejo, espejo mío, a quien beso seré yo? Me reflejaba en ti, me veía en tus ojos me mostraba tu calma, ¡oh reflejo de mi alma! 

 
Tu astucia divertida era mía, tu modo pueril también, tu brillar espejaba en mis ojos y con tu magnetismo me entretenía. Y la fresca edad nos confería la pureza y la inocencia de lo que vivíamos en aquel acto de amar. Descubriendo nuestros labios, nuestra piel, nuestra identidad a se formar, ¿quien eras tu si no yo? Me he perdido al encontrarte, encontrando lo que era mío. Tus ojos me veían viendo a ti, mis ojos te miraban viendo a mí. Me conocías más que yo mismo, sabias de mis deseos antes mismo de revelarlos, pues tenía tus traqueos, sintonía harmónica de almas, consonancia de ideas, equidad corpórea y mental. Hermanos gemelos, tu amor es mío, alma gemela soy todo tuyo. Tu estructura y dimensión se coincidían con las mías, tu cuerpo tocaba lo mio en cada extremidad localizando nuestro yo. Labios ardientes y sagrados se deleitaban, tu lengua en la mía me impresionaba. ¿Amigos o amantes? Qué hago contigo, si no la más loca de las locuras de peligro. Tu compañía me inspiraba poesía con tu voz suave y angelical como una melodía nos combinábamos. Tu tono era resonante al mío, formábamos juntos una hermosa canción con la misma batida del corazón. Tu me manifestabas la condura de tu piel, de tu manera, modo tan semejante al mío. Me extasiaba tu dulce audacia y sinestésicamente me besabas.
 

Nuestra inspiración se armonizaba con toda aquella familiaridad; me he hipnotizado en tus ojos, en tus labios. Mi intimidad no era para ti labirinto, pero al contrario, mis misterios te reflejaban tus propios instintos. Tu aura poseía el tono azul y rosa mientras la mía el azul marino y rojo, tu figura relucía en mi espejo. Tu magnánima belleza, nuestra misma mesura fundíamos transbordando hermosura, tu beldad deleitaba mis ojos te exponiendo mi ansia de ser tuyo y tu ser enteramente mio. ¿Espejo, espejo mio quien serás vos si no yo? He soñado contigo descubriendo mi sonrisa que para ti te revelaba mis secretos de amor, de pasión, de furor. Sondabas mis misterios con tu mirar tan intimo, desvelando mi alma, el deseo se expandía entre nuestra complicidad en un enlace de manos dadas formando un solo corazón, inflamaba mi cuerpo al contacto ardiente de nuestra atracción. He sentido tu deseo inflamable correspondiendo a mi piel pulsátil, tus pelos como ébano, tu toque, tu cuerpo caliente como un dios, tus hormonas tan potentes cuanto los míos.
 

Tus manos se agregaran-se en las mías conduciéndome en tu dulce sinfonía, tirando mi aliento y probando tu euforia. Tu sensibilidad era un don divino que cuando unió a la mía explotaba tus sentimientos de chico. Tu suspiro sobre el mío, la piel blanda de tu rostro friccionando en mi rostro llevándome al apogeo. Con vehemencia mostrabas el dulce deseo prohibido de tu ardor mal comprehendido, me seducía en mi tentativa reluctante de evitarte, de alejarte, fue me evadiendo de ti que no pudo te cohibir e te dejé llevarme. He compartido contigo deseos secretos, nuestras miradas en cambios de reflejos fascinados uno por el otro en la sintonía en perplejidad. Nos lanzamos un sobre el otro, tu piel caustica de pasión frotando, tu boca llena de veleidades, me deparaba con mi otro. Encuentro de almas apasionadas se desvendando y con los sentidos de la piel se inflamando. De virtual a real, nuestro cohibido encuentro fue un flash, un sueno que no vuelve jamáis, cuya perfección no logró a se reproducir y la razón de esta incidencia ultrapasaba las leyes físicas mucho bien, mostrando que el amor va mucho mas allá.

 
Entregaste tu cuerpo con labios de miel así tan sutilmente y tan intensamente que pudo vislumbrar el sétimo cielo. Un astro que pasa en eventualidades mucho raras. ¿Como puedo encontrarme en ti? Tus palabras eran mías, tus ojos los míos, tu boca la mía, tu pelo el mio, tu cuerpo el mio, tu color la mía, tu piel la mía, tus pensamientos los míos, tus hormonas los míos, tu edad la mía, tu sexo el mío; ¿quien serás tú si no yo? Sobre las piedras de la playa con la luna a nos mirar tu osaste en me besar, me hurtando mis convicciones, mis certezas e ilusiones; con tus labios sensuales me sedujo con tu verbo y tu lengua atrevida me confundió, tu boca en mi boca era una sola, tu tentadora razón me convirtió, tus manos audaces me tocaban y en mi piel se estremecieron.

                                                                                                   

                                                                                                  Pedro Samuel de Moura Torres

 
 
 
 

 

 

 

 

 

 

Nenhum comentário:

Postar um comentário